jueves, 28 de abril de 2011

Día de la marmota: Día 2

Vale, perdonad la estupidez anterior, pero no he podido resistirme.


En un blog algo más ortodoxo, debería narrar mi inquietud inicial; pero este no es un blog ortodoxo. No es un diario sobre como sería mi vida atrapado un groundhogday (que manera tan elegante de explicar la url a aquellos que no hubieran caido, ¿verdad?), ni nada por el estilo. Por decirlo de alguna manera, me he apropiado del concepto romántico no de las consecuencias; así pues, comenzamos por el final.


Que pensaríais si os dijera que realmente vivo en un día de la marmota desde hace más tiempo del que soy capaz de recordar. Que este blog no es más que un grito de auxilio que llevo lanzando desde hace décadas (en días marmota) en busca de un compañero, alguien que pueda entenderme y con quien desahogar el peso de mi alma atormentada. Quizás, he olvidado ya las veces que he intentando llegar de manera directa a mis semejantes y ver si alguien me responde. - Lo más frustante de estar atrapado en un día marmota es la soledad. Al principio, con 6.000.000.000 de personas por conocer, no resultaba tan malo. Pero una vez las conoces a todas mejor de lo que ellas se conocen a si mismas, puede invadirte la sensación de que aunque tu cada vez eres más interesante y tienes más cosas que contar, todos a tu alrededor se vuelven monótonos y aburridos. - Quizás simplemente, estoy buscando ideas nuevas para no aburrirme. Por dios, ¿alguna idea para que una persona ya ha hecho todo de todas las formas posibles no muera de aburrimiento?

Día de la marmota: Día 1

Nada que contar

Día de la marmota: Día 0

¿Conocéis la película Atrapado en el tiempo, del genial Bill Murray (el tío de la bata en Lost in translation)? Si sabéis de que peli os hablo, puede que deberías seguir leyendo. Si os gustó la película, es posible que hasta volváis en busca de más. Y si hace 10 segundos estabáis pensando que soy anormal por presuponer que Lost in Traslation es más importante en la filmografía de Bill Murray que Atrapado en el tiempo es posible que hasta disfrutéis leyendo.

En cualquiera de los tres supuestos anteriores y en todos los demás que no he contemplado, sed bienvenidos.

Hoy, día 28 de Abril de 2011, comienza el experimento.

La idea brota en mi cabeza un sábado santo concreto, en un porche concreto, con cierta persona concreta (a la que por cierto aprovecho para dedicar esta primera entrada, va por ti Kiadma). Tras no se que conversaciones, bebidas o procesos mentales varios; se me ocurrió ponerme a pensar en como sería vivir ese sábado concreto una vez y otra vez, hasta el fin de los días. ¿Que haríamos para permanecer cuerdos ante una situación tan inusual (entiéndase la ironía de describir esta majadería como inusual)?

Desde este planteamiento inicial me gustaría tratar temas varios, desde frikadas que recomendar hasta ralladas metafísicas unlimited...

Espero que disfrutéis, bienvenidos a mi Día de la Marmota